Entrevista a Juan Pablo Socarrás: El Jardín de Antonia, la cápsula íntima y sostenible.

Por: Camila Ramos

Juan Pablo Socarrás vuelve a Bogotá con una colección que combina moda, historia personal y sostenibilidad. El Jardín de Antonia, la nueva cápsula Resort 2025 del diseñador colombiano, es una propuesta profundamente íntima, cargada de emociones y memoria familiar. "Esta colección está inspirada en mi bisabuela materna, Antonia Imparato, una florista italiana que emigró a Barranquilla", explica Socarrás.

La historia detrás de la colección evoca el romance entre Antonia y Anastasio, un inmigrante dueño de almacenes de telas, cuya conexión floreció en medio de tejidos y flores. Tras la muerte de Anastasio, el diseñador crea una historia en la que Antonia transforma su vida al reinventar las prendas masculinas que él dejó atrás. Es en ese acto de renovación y fortaleza donde Socarrás encuentra la esencia de esta cápsula: "Ella desarmó toda la sastrería masculina para volver a florecer, y de ahí surge El Jardín de Antonia".

Moda consciente con un toque sexy

La colección no solo es un tributo a Antonia, sino también un manifiesto de sostenibilidad. "Quiero que la sostenibilidad sea sexy", declara Socarrás. A través de piezas confeccionadas con tejidos reciclados, como mostrarios de paños de lujo donados por empresas, y materiales reutilizados de su propio guardarropa, el diseñador le da una nueva vida a prendas que cargan historias.

Además, incluye trabajos artesanales de diversas comunidades en Colombia. Desde los tejidos de Sutausa, el crochet de Montería, hasta los tejidos tradicionales de mujeres en San Jacinto, la colección es un testimonio del trabajo en equipo y de la riqueza cultural del país.

"Estas piezas no son solo moda; son arte, son memoria y son oportunidad", comparte el diseñador. Por ejemplo, un smoking que usó en galas internacionales ahora se transforma en una chaqueta bordada que "florece" gracias a las manos de las comunidades con las que colabora.

El regreso a Bogotá

El lanzamiento de El Jardín de Antonia marca el regreso de Socarrás a Bogotá tras un periodo enfocado en la internacionalización de su marca, con presentaciones en plataformas como Vancouver y Guatemala. Sin embargo, este regreso también representa un renacer personal. "Estaba muy desmotivado. No encontraba inspiración ni en mi trabajo ni en la moda", confiesa. Pero visitar las comunidades artesanales y reconectarse con la realidad de tantas personas talentosas cambió su perspectiva: "Me di cuenta de que soy demasiado bendecido y que mi trabajo tiene un propósito más grande".

La pasarela fue una experiencia inmersiva que prometió revelar el universo íntimo y colaborativo del diseñador. Juan Pablo Socarrás sigue demostrando que la moda puede ser más que estética; puede ser una herramienta para narrar historias, empoderar comunidades y fomentar la sostenibilidad. El Jardín de Antonia no es solo una colección: es una celebración de la vida, el amor y la capacidad de florecer, incluso en medio de la adversidad.